...la vida pasa felizmente si hay amor

Como les he repetido decenas, quizá cientos de veces, para mi es muy importante la memoria. En todos los órdenes de la vida, pero especialmente -ya que se trata de este aspecto en el blog- en la bolsa y todo lo relacionado con los mercados bursátiles. Creo que es fundamental azuzar nuestros recuerdos frente a un ambiente cargado de inmediatez, del hoy digo esto y mañana hago mutis por el foro si es necesario, del no soy responsable de mis palabras porque como la muchedumbre que las lee o escucha está tan ocupada en si un valor o índice sube o baja dos céntimos... pues ni se dará cuenta...

También creo que está escrito por ahí que hace un tiempo que decidí dejar de ser "políticamente correcto" y comenzar a dar cierta "caña"... no ante los fallos o errores de los demás, pues entonces me tendría que fustigar a mi mismo, sino ante la falsedad, la hipocresía, la ignorancia (¡sobre todo la ignorancia!) cuajada de soberbia que impregna este mundillo de vanidosos y 'aprovechateguis' en el que nos movemos ustedes y yo. Sobre todo si el susodicho especimen sujeto de tan lamentables atributos se autodenomina profesional y pasa la vida lucrándose a costa de su incompetencia. Sólo conozco otra profesión que viva del cuento tan rícamente convirtiendo sus errores en aciertos por arte de magia. Y sólo esa profesión tiene también en común con la primera que invariablemente -incomprensible desde el punto de vista de la razón, pero al cabo invariablemente- aúna en sí a una cohorte de seguidores que chocan sus fauces una y otra vez con la evidencia. Pero es igual, chocarán una y mil veces, siempre hallarán excusas, siempre habrá una razón de manipulación en sus pobres bocas como máxima explicación para sus mentes de mosquito. ¿A que no saben ustedes a qué dos profesiones me estoy refiriendo?

Me van a permitir ustedes (y si no me lo permiten les va a dar igual porque a la postre este blog lo administro yo y lo voy a poner) que les recuerde algunos de los post que he ido escribiendo y que tienen que ver, ciertamente, con la memoria.

A partir de esto... aquí paz y después gloria, porque sé que todo seguirá igual, pero... al menos me desahogo.

Cuando    el niño    señala    a la    luna    el tonto      mira    al dedo